─¿Cómo os conocisteis abuelo?
─¡Ay, pequeño! Hace ya muchos, muchos años, un precioso día del
mes de septiembre, en la feria, y es que en aquella feria ocurren cosas
fantásticas muy a menudo. Los caballitos del carrusel galopan desbocados por
las calles del recinto cansados de dar vueltas a lo tonto. Hay cíclopes
colosales que cocinan sus aperitivos humanos en una cazuela de tamaño
descomunal, pulpos gigantescos que surgen de las profundidades abisales, succionan
a sus presas y juegan con ellas en el aire agitándolas con sus enormes
tentáculos. La noria, excéntrica en ocasiones, sube hasta el cielo para
regresar con nubes de algodón y repartirlas luego por los puestos. ¿Y los
niños? Hay un tren, el tren de la bruja, lo llaman, donde los niños y no tan
niños, desaparecen misteriosamente, a veces durante años y, cuando regresan, lo
hacen trasformados, hechizados. Bajo aquella careta de arrugas y verrugas
destellaban unos ojos hipnóticos. ¿Sabes cómo se llamaba aquella bruja de
poderes sobrenaturales? ¡Carmen!
─¿Como la abuela?
─Exacto.
Finalista en el IX certamen "Sucedió en la Feria"
http://clubdeescrituralabiblioteca.blogspot.com/
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