“Y la farmacia
cumplió 40 años”, pero su olor parecía provenir de una época donde se pierden
todos los recuerdos. Entrar allí, ver las urnas de porcelana presidir los
estantes y encontrarse con los ojos de su boticaria, rompía todos los sentidos.
La belleza de aquella mujer de infinitos nombres había enloquecido al mismísimo
Adán, inspirado a Leonardo con sus proporciones áureas, arrebatado a Paris su
reino, a Salomón la cordura, a Sansón la fuerza y a Herodes la conciencia. Los
siglos no pasaban por su cuerpo. Cierto día, descubrí su secreto. Penetré en la
trastienda con mi reparto diario y la sorprendí mudando su piel de serpiente,
retorciéndose como una contorsionista para tatuar en su espalda una copa
misteriosa.
Primer premio en "La farmacia de toda la vida" (V edición), con la primera frase obligada.
1 comentario:
Muy bueno Luis.
Felicidades, siempre en primera línea.
Me alegro.
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